domingo, 24 de marzo de 2013

Los tejidos animales.


El tejido conjuntivo.


La función del tejido conjuntivo es la de unir y relacionar a los demás tejidos entre sí. Está muy vascularizado y tiene numerosas terminaciones nerviosas. Su matriz extracelular está formada por fibras colágenas, elásticas y reticulares, y por una sustancia fundamental glucoproteíca y semilíquida. En cuanto a sus células, son generalmente grandes y de varios tipos:
  • Fibroplastos. Estas células, de forma irregular y con numerosas prolongaciones, producen las fibras y la sustancia amorfa de la matriz. Al madurar, pierden actividad, y se llaman fibrocitos.
  • Histiocitos o macrófagos. Tienen movimiento ameiboide y son capaces de fagocitar partículas y sustancias extrañas.
  • Mastocitos o células cebadas. Son esféricas y tienen numerosos gránulos citoplasmáticos llenos de sustancias, como la heparina, la histamina, etc., que liberan en determinadas circunstancias.
  • Adipocitos. Almacenan grasa.
  • Células sanguíneas. Son los linfocitos y los plasmocitos. Los linfocitos proceden de la sangre, y los plasmocitos o células plamáticas derivan de los linfocitos B y producen anticuerpos.

Se distinguen tres tipos de tejido conjuntivo:

  • Conjuntivo laxo. Se encuentra debajo de la dermis. Sus células, sus fibras y su sustancia fundamental están en igual proporción , lo que lo hace flexible y poco resistente a la tracción. Sirve de apoyo a los epitelios y rellena huecos entre órganos.
  • Conjuntivo denso. Tiene fibras colágenas que lo hacen flexible y muy resistente a las tracciones. Las fibras se pueden disponer paralelas, como en los tendones, o sin orden, como en la dermis.
  • Conjuntivo elástico. Tiene una gran abundancia de fibras elásticas, que le dan una gran elasticidad. Por ello se localiza en órganos que necesitan expandirse o dilatarse de manera habitual, como la pared de los vasos sanguíneos, bronquios, etc.

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