viernes, 26 de octubre de 2012

Unidades dinámicas.

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Se establecen en función de las características físicas de los materiales, como su comportamiento mecánico o su estado físico. Aunque existe relación entre la composición química y el comportamiento mecánico, un mismo material puede presentar características lo suficientemente diferenciadas en dos lugares como para ser considerado dos capas distintas.

  • Litosfera. Es la capa más externa y rígida. Incluye toda la corteza y algo del manto superior. Su grosor varía de unos lugares a otros.
    Bajo los océanos, la litosfera oceánica tiene de 50 a 100 Km de espesor, mientras que en los continentes la litosfera continental tiene de 100 a 200 Km; incluso bajo algunos continentes antiguos llega hasta los 300 Km.

  • El manto superior sublitosférico. Es una capa que se sitúa inmediatamente debajo de la litosfera y alcanza hasta la discontinuidad de los 670 Km de profundidad.
    Corresponde a la zona en la que la velocidad de las ondas sísmicas presenta fluctuaciones, con descensos y bruscas elevaciones. Dado que se trata de una porción del manto, la roca que la compone es peridotita y se encuentra en estado sólido.
    Las elevadas presiones y temperaturas a las que se encuentran estos materiales hacen que tengan respuestas muy diferentes en función del tiempo que se considere. Así, en tiempos cortos, por ejemplo ante el avance de las ondas sísmicas, su comportamiento es rígido, mientras que si consideran tiempos muy largos (miles de años) su comportamiento es plástico y deformable, similar al de un fluido de viscosidad muy elevada lo que permite que estos materiales se encuentren sometidos a corrientes de convección.
    Son elementos lentos, del orden de 1 a 12 cm por año, pero suficientes para generar procesos tan importantes como la unión o división de los continentes o la formación de cordilleras.
Tradicionalmente, el manto superior situado bajo la litosfera se ha denominado astenosfera (esfera débil), y en ella se limitaban las corrientes de convección del manto
Sin embargo, hoy sabemos que las corrientes de convección afectan también al manto inferior, y para algunos científicos es preferible dejar de utilizar el término astenosfera ya que remitiría a un modelo de dinámica terrestre ya superado.

  • Manto inferior. Incluye el resto del manto situado entre 670 Km y 2900 Km de profundidad. Las rocas del manto inferior también se encuentran sometidas a corrientes de convección, motivadas por las diferencias de temperatura y por tanto de densidad entre las zonas más profundas y las temperaturas más altas. En la base de la mesosfera, limitando con el núcleo, se encuentra la capa D (D doble prima). Es una capa discontinua e irregular con un espesor entre 0 y 300 Km, integrada por lo que se conoce como los “posos del manto”, es decir materiales que por su mayor densidad han caído al fondo del manto.

  • Núcleo externo. Situado por debajo del manto, llega hasta 5150 Km de profundidad. Se encuentra en estado líquido, está agitado por corrientes de convección y desempeña un papel clave en la creación del campo magnético terrestre.

  • Núcleo interno. A medida que el núcleo va elevando su calor a través del manto, el hierro cristaliza y se acumula en el fondo. Este hierro sólido, seguramente desprovista de los elementos ligeros que existen en el núcleo externo, es el que constituye el núcleo interno. De esta manera aumenta el tamaño a un ritmo de algunas décimas de milímetro por año.


     

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